1b - La historia del método BDT

Historia de la traducción bidireccional

¿Te has preguntado alguna vez cómo se le ocurrió a Luca el Método de Traducción Bidireccional? Este vídeo responde a esa pregunta.

Aquí, Luca compartirá cómo, de joven, se esforzaba por aprender lenguas en la escuela. Luego explicará cómo un recurso concreto le abrió los ojos sobre el valor de aprender de diálogos auténticos en la lengua que estás aprendiendo, y cómo el deseo de aprender y asimilar estos diálogos le llevó a descubrir el poder de la traducción bidireccional.

La historia del método BDT
¡Hola! ¡Bienvenido de nuevo!

Ya que este es un curso sobre la traducción bidireccional, y ya que probablemente sabes que he utilizado este método para empezar a aprender alrededor de una docena de idiomas, te estarás preguntando: "¿De dónde viene el metodo ese?"

Para responder a esta pregunta, te voy a compartir la historia de cómo descubrí el método de aprendizaje de idiomas que cambió el rumbo de mi vida para siempre.

¡Empezamos!

Mi idioma materno es el italiano. Fue el idioma tanto de mis padres, como de mis hermanos y de todo mi entorno.

De hecho, fue el único idioma que hablé hasta que en la escuela con 10 años empecé a estudiar inglés y francés.

De niño, las clases de idiomas me parecían frustrantes. El contenido era aburrido, el ritmo era lento, y no me gustaba que me enseñaran solo las cosas que mis profesores querían que aprendiera.

Las cosas empezaron a cambiar cuando me di cuenta de que el aprendizaje de idiomas debía depender de mí y no de lo que me marcaban mis profesores en clase.

Esto ocurrió de forma gradual. Antes que nada, para mejorar mi inglés, mis padres me pusieron una profesora particular que literalmente me cambió la vida, dio un vuelco de 180º en la manera de enfocar el aprendizaje de idiomas. Aparte de que sus clases eran increíbles, fuera del horario de clase me animaba a ver películas, leer libros y ver las noticias, lo que hizo que después de un tiempo, mi nivel mejorara una barbaridad. Y no solo esto, sino que adapté todos sus consejos y los apliqué también al francés. Y con 15 años, ya hablaba inglés y francés con fluidez.

Entonces llegó el momento de desafiarme a mí mismo e intentar aprender un idioma completamente de forma independiente, desde cero. Esto ocurrió en 1996. Decidí aprender alemán después de ver un anuncio en la televisión de un curso de idiomas llamado De Agostini’s “Il Tedesco per Te”, “el Alemán para ti” en español.

Había querido aprender alemán desde hace un tiempo, así que un curso para estudiar desde casa en ese momento me pareció perfecto. Me encantaron los audios cortos, con diálogos reales, me encantaba que el contenido fuera colorido e interesante, y el hecho de que el idioma fuera presentado de una manera en la que todo resultara comprensible.

Mientras leía estos diálogos y aprendía con ellos, me sentí realmente motivado para memorizarlos y así poder usar sus palabras y frases en cualquier momento que las necesitara cuando fuera a hablar en alemán.

Así que un día decidí hacer un experimento: cogí un diálogo en alemán, lo dividí en partes, me aseguré que entendía y sabía pronunciar el 100% del texto. Por último, cogí el diálogo completo en alemán, y lo traduje al italiano, usando mis propias palabras.
Esto me ayudó a darle un toque más personal a los diálogos, e hizo que sonaran como si fueran míos, en vez de que hubieran sido escritos por alguien más.

Pocos días después, replantearía el diálogo y crearía otro reto: ¡traducir mi texto personalizado del italiano al alemán!

Y déjame decirte una cosa - ¡Este reto no era una tontería! Aunque recordaba bastante del texto original, hubo palabras que me esforcé por recordar, ¡y otras que definitivamente olvidé!

Estaba muy orgulloso de saber que pude recordar por lo menos una buena parte de cada diálogo. Sin embargo, hacer este ejercicio me dejó un sentimiento de logro bastante agradable.

Después de completar este proceso de traducción bidireccional en varios de los diálogos del curso, empecé a notar algo extraño: ¡estaba empezando a desarrollar una buena memoria del vocabulario y las frases en alemán!

Aún cuando no estaba estudiando, secciones completas de los diálogos en alemán podían surgir de repente dentro de mi cabeza, como si estuviera escuchándolos directamente de los casetes del curso. Esto me ayudó muchísimo mientras seguía haciendo el curso y notaba que cada vez entendía más y más alemán.

Con el tiempo, descubrí que podía simular conversaciones enteras conmigo mismo y hasta podía pensar en alemán durante algunos minutos, ¡y eso que aún no sabía tanto alemán! Así que, seguí trabajando.
Aprendí alemán traduciendo al derecho y al revés, día tras día, durante un año y medio, divirtiéndome al mismo tiempo. ¡Al final de ese año y medio, ya hablaba alemán con fluidez!

Esta fue una experiencia que me abrió los ojos, algo que no había experimentado jamás en un aula durante mis años de aprendizaje tanto de inglés como de francés.

Sentí como si hubiera cruzado una línea de no retorno.. Como si tuviera un superpoder. ¡Por supuesto que tenía que intentarlo otra vez!.

Compré otro curso De Agostini, ¡esta vez para aprender español - el idioma que estoy hablando ahora mismo! - y lo puse a prueba. Traduje todos los diálogos hacia adelante y hacia atrás, justo como lo había hecho con los de alemán.

¿Qué pasó un año y medio después? ¡Pues que ya podía hablar español con fluidez!

Dicen que "Las coincidencias no existen", así que después del éxito obtenido, supe que este nuevo método que había desarrollado era realmente algo especial, y no sólo un golpe de suerte.

Después de eso, pasé más de una década utilizando el método de traducción bidireccional, idioma tras idioma, logrando resultados impresionantes en aproximadamente 2 años con cada uno.

De repente, un pensamiento entró en mi cabeza: "Se que el método de traducción bidireccional funciona para mí, pero ¿podría este método funcionar con los demás?" Afortunadamente, no tuve que pensarlo por mucho tiempo. En ese momento, ya tenía un canal de Youtube que era razonablemente exitoso, donde podía subir videos sobre idiomas, y un día, un usuario me contactó, preguntando si podía enseñarle lo que sabía.

Yo acepté, y así sin más, me convertí en entrenador de idiomas. Poco a poco, las lecciones personalizadas revelaron que mis sospechas eran verdad, el método de traducción bidireccional no sólo me funcionaba a mí, sino que funcionaba para los demás.

Mi primer estudiante, Donat, lo usó para empezar a aprender italiano y al final hasta alcanzó un nivel impresionante, y después vi los mismos resultados con otros de mis clientes. Con el tiempo, acumulé cientos de estudiantes de todo el mundo, y enseñé a todos ellos a usar la traducción bidireccional para aprender idiomas.

Lo cual es increíble, ya que antes de que ellos aprendieran mi método, muchos llegaron a mí convencidos de que no eran tan inteligentes o talentosos como para aprender un idioma.

Pocos meses después, ocurrió un cambio. Conociendo el método de traducción bidireccional, empezaron a creer, tanto como yo, que cualquiera podía aprender un idioma extranjero, sólo tenían que ser constantes y aplicar los principios correctos.

Y es justamente lo que me gustaría que este curso fuera para ti. Más allá de ayudarte a aprender tu idioma meta, quiero que este curso te abra al mundo lleno de posibilidades que el hecho de aprender un idioma te puede ofrecer. Y una de ellas es la creencia poderosa de que tú eres capaz de eso y mucho más. Podrás viajar, cambiar de trabajo, crear nuevas amistades, relacionarte con los demás, gozar de películas, literatura, y hasta comida en tu lenga meta. Todo esto está al alcance de tu mano si tú quieres. Así que, ¿a qué estás esperando? ¡Vamos a empezar!

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